Las cosas que quería y no pude

La vida es tan corta y a veces no alcanza para hacer realidad todas las cosas que anhelamos...

Por años anhelé que el Quito, ese sentimiento que va más allá de una explicación y que simplemente lo llevo por dentro, saliera campeón... y claro, después de casi cuatro décadas de espera y de aguante y de renovar las esperanzas cada año lo conseguimos... pero sabía que eso iba a ocurrir tarde o temprano...

Pero hace quizás unos 12 o 13 años imaginé, -entre tantas otras cosas que no son del caso ahora-, encontrarme con mi querido Mario Benedetti y saludarlo simplemente...

Me imaginaba, por ejemplo, que un día entraba al Centenario y lo veía ahí sentado, en el graderío y le agradecía por todos los poemas, los cuentos, las canciones y todo su pensamiento que me acompañaron por muchos años a través de sus letras...

Pero no pudo ser... como tantas cosas que no serán...

Hasta una próxima mi querido Mario, donde estés, si es que estás, si estás llegando... ahora sabrás que hasta en tus poemas le encontraba sentido a esto de ser del Quito..., entre tantas otras cosas, porque hasta en eso de defender la alegría como una bandera, alguna vez pensé en el eQuipo y en la hinchada...

Gracias por todas las tardes y noches de poesía que acompañaron esta travesía que aún me tiene en el camino de la vida...

!Quito Corazón!

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