Ya parece... parece que por fin termino un día más de camello y llegó para verle salir al Quito.

Una de las cosas que más me gusta de ir al estadio, desde que recuerdo, es ver salir al eQuipo y observar la cantidad de papel picado que botan los fervorosos hinchas del Quito y escuchar la bulla y ser parte de ese primer grito de guerra que como en el poema (que todavía no sé de quién es), ‘es un grito de orgullo’...
De chamo, cuando mi tío y luego un primo me llevaban a la tribuna, junto con la Culta Barra, los más fervorosos eran los de la Barra de las Banderas, que si mal no recuerdo nació a mediados de la década del 80.
En esa época ya se ubicaban en la preferencia, como ahora, pero hubo años en que solo se habría la tribuna y ahí estábamos todos juntos y entonces me aprendía todas las barras...
Era la Barra de las Banderas la que ponía la fiesta en los estadios y los chistes y las burlas y el jolgorio, claro, la Culta Barra.
Y ahora es la Mafia Azul Grana... todos esos hombres y mujeres, niños y hasta viejos de alma, corazón y vida azul y grana que, partido a partido, se las juegan completas porque el recibimiento y el aliento al eQuipo sean una verdadera loQra...
Ya parto para el estadio para verle al Deportivo Quito, ganarle al Cuenca ‘y en las gradas con los amigos, dale, dale Quito, dale la AKD...’ y aunque esta vez he de llegar tarde y no veré el recibimiento, sí estaré cerca de la gente, de esas decenas, centenas o ‘miles de gargantas coreando un solo nombre...’



!Quito Corazón!
Aguante la Mafia!!!
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